Una de las frases que me quedaron grabadas de una clase del master fue la que da el título al post: lo que no se mide no se gestiona. El problema está en que muchas veces nos creemos que hacemos lo segundo sin tener en cuenta lo primero, o sea, según nosotros gestionamos sin medir. A ojo de buen cubero . Puro feeling. No negaré que el feeling es importante desarrollarlo, por intagible y etereo que resulte, pero no hay nada mejor que datos contrastatados que permitan llevar un seguimiento de lo que sea que te interesa gestionar.
Nuestra subjetividad nos juega sucio porque nos hace creer que las cosas más improbables, pero de mayor severidad, y por tanto, la que más daño nos haría (o bien en función de nuestros temores, la que más susto nos da imaginarnos...) es la que consideramos como la primera alternativa a que pase. Ejercemos un sesgo en nuestra contra. Nos dejamos influenciar por los que nos pueda infringir suficiente miedo. Pero los datos casi siempre nos dan la tranquilidad de la objetividad, o bien, todo lo contrario. El uso de la información, de las escalas, del parámetro de comparación siempre se puede manipular si lo que se pretende es despistar al auditorio, peor no resulta del todo útil más que para permanecer en un estado continuo en la apariencia.
En el mundo digital, el tránsito de una página es muy importante. Mide movimiento de una propuesta de contenidos. Este es el mejor indicador que se ha desarrollodo globalmente para comparar de manera homogenea. Alexa es una web en la que se puede consultar el ranking de cualquier página que nos interese conocer. ¿Cuánto tránsito tienen las personas que hacen algo parecido a lo que hago/me gustaría hacer? Imput, output, comparo.
Parece una herramienta útil, a mi entender, porque permite:
- Analizar y cuantificar un mercado digital que me interese.
- Cuantificar el volumen de movimiento de mis competidores.
- Hacer comparaciones de organizaciones afines.
- Hacer un seguimiento de la progresión de las visitas a partir de acciones específicas para consolidar mi oferta a mi público.
- Analizar los jugadores en el top de un país.
- Analizar los mercados que mueven las preferencias de las personas en la red.
- Valorar el dinamismo de sectores específicos.
- Medir mi ranking contra un ranking global.
- Saber qué tan conectados (wired) están los KOL de los que me interesa aprender.
- Ser objetivo. Buscar objetivos accesibles que me permitan mejorar en un plazo determinado.
La información adquiere un valor estratégico cuando se traduce en decisiones de cómo utilizar los recursos limitados que dispongo para conseguir objetivos definidos y cuantificables en un momento preciso en el tiempo. Las referencias exactas, simples y objetivas dan juego por ese extraño juego de la mente cuando se siente en una competición clasificable... estoy por encima x puestos que tal con una diferencia de y. Yo gano-tu pierdes.
La gestión del tiempo resulta clave para que no se nos escape la vida.
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